Primero más kilos por novillo

Argentina desteta solo el 60% de terneros sobre vaca entorada; este es el primer escollo para incrementar la oferta de un producto con demanda firme en el mundo: la carne bovina. Con sólo llevarlo al 70% y subir el peso de faena a 430/450 kg por novillo, estaríamos en condiciones de mantener el consumo y exportar más de 5.000 mill USD/año, sin bajar el consumo interno.

El comercio internacional de carne se duplicará y ha sufrido  leves bajas frente al derrumbe de los demás commodities. Por algo una vaquillona preñada vale 1.000 USD!!!

Recriar, único camino posible

Veamos el peso de faena: subirlo en forma económicamente sustentable requiere  recría a campo –casi desaparecida en la última década- complementada con una terminación de 90 a 120 días en corral. Este será posiblemente el nuevo novillo argentino: un producto con colocación en el mercado interno y externo, consistente en su terminación. La industria debe dar señales para que los productores lo hagan y el Estado debe promoverlo con una política impositiva y crediticia adecuada, en una suma donde todos ganaremos, colocando granos de maíz y pellet de soja, más burlanda y otros subproductos industriales para ser transformados en proteínas de alto valor biológico.

¿Dónde recriar?

Campos que han salido de agricultura por limitaciones edáficas, que permitían buenas rentabilidades con una soja a 500 USD, se transforman rápidamente en ganaderos de altísima producción, con promociones de raigrás, pasturas implantadas o verdeos. El desafío es profesionalizar la recría obteniendo ganancias de 500 a 700 gr/día con o sin suplementaciones (grano o silajes) de acuerdo a disponibilidad y calidad forrajera. La cuenca del Salado tiene una enorme capacidad de producir proteína barata para esta etapa, sobre todo con raigrás. Con una inversión de 100 USD/ha es posible recriar 2 a 3 novillitos de mayo a noviembre, con mínimas suplementaciones sobre promociones de raigrás.

En las zonas semiáridas, esta etapa requiere en general suministrar concentrados proteicos (a campo o en corrales de recría). La fortaleza está dada por la alta producción estival de forraje, esquema que tiene mayor costo invernal,  pero logrando altas producciones de carne en verano y novillos más pesados para encerrar.

Armando el rompecabeza

Todo está por hacerse, con riesgos, limitaciones,  altísimo capital invertido y muchas aristas a discutir que seguiremos analizando en otras notas.

Por Martín García Fernández

Presidente del Foro Argentino de Genética Bovina

 


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *